
Fernando de Borbón vino al mundo en vida de su abuelo
Carlos III. Fue el noveno de los catorce hijos que tuvieron el príncipe Carlos, futuro
Carlos IV, y
María Luisa de Parma. De sus trece hermanos, ocho murieron antes de
1800. Tras la subida al trono de su padre en
1788, Fernando fue reconocido como príncipe de Asturias por las Cortes en un acto celebrado en el
Monasterio de San Jerónimo de Madrid el 23 de septiembre de 1789.
[3]Desde muy pronto, su formación fue encomendada al padre
Felípe Scio, religioso de la
Orden de San José de Calasanz, hombre modesto, culto e inteligente. Sin embargo, en
1795 es nombrado obispo de
Sigüenza, y su puesto pasa a ser ocupado por el obispo de
Orihuela, Francisco Javier Cabrera, que a su vez sería sustituido por el canónigo
Juan Escóiquiz. Influido por éste, creció aborreciendo a su madre y al favorito de ésta,
Manuel Godoy.
Ya desde muy joven, Fernando había conspirado en contra de sus padres los reyes y de
Godoy, alentado por su preceptor. En torno al joven Príncipe de Asturias se había formado un núcleo opositor formado por miembros de la alta nobleza, llamados posteriormente "
La Camarilla", que perseguían la caída de
Godoy. En
1807 se llevó a cabo la primera conspiración. Debido a una delación, el motín fue descubierto y Fernando juzgado en lo que se denomina Proceso de El Escorial. El príncipe denunció a todos sus colaboradores y pidió perdón a sus padres. El tribunal, en manos de partidarios de la conspiración absolvió a todos los implicados.
La primera llegada al trono y las Abdicaciones de Bayona]
Poco después, en marzo de
1808, ante la presencia de tropas francesas en España (dudosamente respaldadas por el
Tratado de Fontainebleau), la corte se trasladó a
Aranjuez, como parte de un plan de
Godoy para trasladar a la familia real a América si la intervención francesa así lo requiriese. El día
17, el pueblo, instigado por los partidarios de Fernando, asaltó el palacio del Príncipe de la Paz. Aunque
Carlos IV se las arregló para salvar la vida de su favorito, fue obligado a abdicar en favor de su hijo el día 19.
[4] Estos hechos son los que se conocen como
Motín de Aranjuez. Por primera vez en la historia de España, un rey era destronado por su propio hijo.